Tubifex tubifex (Tubifex rivolorum) es un anélido que se desarrolla particularmente en el fango o en lugares donde el agua circula aportando su alimento. Se lo encuentra en las zanjas próximas a frigoríficos, usinas lácteas, corrales de ganado, etc.
Una especie muy cercana, Limnodrilus hoffmeisteri suele ser encontrado a la vera de lagos y lagunas con agua salobre. Son extremadamente abundantes en las proximidades de los lagos Alchichica y Atexcac o del lago Totolcingo (también conocido como Lago El Carmen), en la frontera entre Tlaxcala y Puebla en México.
Se han realizado diversos estudios que permiten afirmar que Tubifex tubifex y otros anélidos próximos, intervienen en el ciclo de varias enfermedades o son vehículos para la transmisión. Parásitos diversos son introducidos en acuarios conjuntamente con el tubifex y sus parientes cercanos como Nais sp. y otras lombrices que viven en contacto con cursos de agua (Sobre la enfermedeade del torneo en peces, producido por Myxobolus sp. y Mixoxoma sp.
Con las debidas precauciones, entre las que se encuentra someter al tubifex a una purga de al menos 48-72 horas bajo agua corriente (goteo rápido), se le puede suministrar a los peces de acuario que lo aceptan de muy buen grado.
Su contenido de hemoglobina lo hace un alimento bastante nutritivo y por vivir mucho tiempo en el agua a condición de que no le falte oxígeno, los peces pueden ingerirlo en el momento que lo descubre.
Es importante destacar que en acuarios con filtro de grava o en aquellos que tienen gravilla en el fondo, el tubifex que caiga al fondo puede enterrarse, ubicarse debajo de las placas y con el tiempo (normalmente vive más de 20 días) puede morir contaminando el acuario. Corydoras y otros peces que frecuentan y comen en el fondo, son un importante auxiliar para evitar este inconveniente.
Nunca se debe suministrar el tubifex que haya muerto puesto que libera toxinas muy peligrosas.
En la naturaleza suele vivir agrupados en forma de "bola", en forma de "carpeta" o en colonias de varios cientos o miles de individuos ubicados a lo largo de zanjas y desagües. A la menor señal de peligro se entierran en el lodo sin que se vea otro rastro que los miles de agujeros tubulares en los cuales se ocultan.
Al mantenerlos en agua corriente, tienen un comportamiento similar, sólo que al no poder enterrarse se aprietan unos a otros formando una "pelota" dura que sólo se afloja agitándola en el agua. En el núcleo de esa masa apretada, el oxígeno no llega de modo que de no moverse en forma constante los individuos que están en el centro morirían asfixiados.
Si bien hace unos 50 años el tubifex se localizaba en todas partes, incluso en los desagües pluviales de las casas de familia, el uso de químicos como detergentes y cloro, han terminado por extinguirlo en las zonas urbanas. En los alrededores de los centros urbanos es posible localizarlo -cada vez menos- a la vera de ciertos arroyos, ríos o zanjones próximos a mataderos, frigoríficos o usinas lácteas. También de esos lugares van desapareciendo en la misma medida que se utilizan desinfectantes y se realizan dragados o por el aporte de otros contaminantes.
COLECTA DE TUBIFEX
Es posible, si se localiza el lugar adecuado, colectar tubifex vivo siguiendo algunas instrucciones bastante sencillas. Esta operación requiere, por lo general, de dos días para tener éxito.
Luego de identificado el lugar donde hay tubifex, se coloca en las cercanías un trozo de polietileno o plástico de buen tamaño (un metro por ejemplo). Sobre el plástico se colocan varias hojas de papel (periódicos).
Con una pala o instrumento adecuado se levantan varias porciones del fango donde se oculta el tubifex y se colocan sobre los periódicos formando "bollos" de 30-40 cm de largo y 20 cm de altura cada uno.
Si nos aseguramos de que esos "bollos" de fango reciban sol pleno, posiblemente el proceso de colecta finalice en el mismo día, algunas horas después.
A medida que el calor y la evaporación avanzan, las pequeñas lombrices van desplazándose hacia abajo en busca del fresco y la humedad imprescindibles para su vida. Luego de 6-8 horas habrán llegado a las hojas de periódicos, formando "pelotas" de lombrices que se enredan unas a otras para mantener la humedad con sus propios cuerpos. Se mantendrán así durante todo el tiempo que permanezca armado el bollo, muriendo deshidratadas si no se los retira.
Es el momento de dar vuelta el fango y separar las "bolas" de tubifex que se han formado.
Se las traslada envueltas en papel húmedo, luego se las limpia enjuagando varias veces en agua corriente y se procede a dejarlas bajo goteo 48-72 horas para purgarlas antes de suministrarla a los peces.
El fango sobrante deberá colocarse en el lugar del cual fue sacado ya que habrá importante cantidad de huevos de tubifex que nacerán y nos permitirán nuevas colectas en el futuro.
CRÍA DE TUBIFEX
No se puede criar tubifex si no se dispone de los siguientes elementos:
Cortado el tambor en dos mitades a lo largo, se lo coloca sobre un caballete o cualquier otro elemento que lo separa unos centímetros del piso. Se lo pinta con una mano de pintura epoxi. Se divide en tres sectores longitudinalmente, utilizando ladrillos o planchas de fibrocemento del largo del tambor tal como indica la figura. Las planchas o ladrillos no deben apoyar en el fondo del tanque, dejando unos 3 cm de luz
El sector del centro será utilizado para que circule el agua mientras que los dos laterales serán el espacio donde se cultivará el tubifex. El desagote estará elevado unos centímetros sobre el fondo, de modo que siempre permanezca agua en el interior del medio tambor. En ese espacio se colocarán unos 8 cm. de tierra de jardín que cubrirán todo ese sector y encima de ella 2 cm de arena. En ambos laterales se colocarán 20 cm de tierra de jardín.
De este modo queda formada una imitación de una zanja, con su corriente de agua central y sus costas. La corriente de agua central, mantendrá húmedo todo el cultivo ya que como mencionamos antes, las placas de fibrocemento están elevadas unos centímetros del fondo, permitiendo que el agua actúe por higroscopicidad. Para iniciar el cultivo se colocan varias porciones de tubifex en los costados de tierra y se procede a cerrar el desagote de modo que se inunde todo el cultivo durante unos pocos minutos.
Se destapa luego y se esparce sobre la tierra de los costados una capa de harina de cereales (avena, cebada, etc) o preparados alimenticios para bebés (Farex, Nestum, etc). Se cubre ligeramente con tierra esa capa de cereales, dejando que el agua ingrese por goteo permanente, formando una corriente muy suave de agua en el centro.
También es posible abonar el cultivo con rodajas de papa muy finitas (de 2 ó 3 mm), además del cereal ya comentado, que deberá reponerse cada 3 ó 4 días. El tubifex se reproducirá rápidamente aunque no se pueda apreciar a no ser por el movimiento que producen en la superficie de tierra cuando forman sus tubos por los cuales expulsan sus detritus a la superficie.
Para extraerlo se procede como indicamos más arriba (Colecta de Tubifex). Todo el barro sobrante de la colecta y lavado del tubifex deberá ser devuelto al cultivo puesto que tendrá infinidad de huevos de estas pequeñas lombrices.
Es importante mantener el cultivo en lugar fresco y cubrirlo con un tejido fino para evitar el ingreso de moscas o mosquitos.
TUBIFEX LIOFILIZADO
Ocasionalmente es posible encontrar en el comercio ofertas de Tubifex liofilizado. Este producto se presenta en pequeños cubitos de 7-8 mm de lado y tiene el aspecto de corcho.
Si bien no todos los peces lo aceptan (aquellos que sólo comen alimento vivo tardan en aceptarlo o no lo aceptan nunca), en general es bien recibido.
Basta cortar cada cubito en varios trocitos y adherirlo al vidrio en el interior del acuario mediante una fuerte presión con los dedos. Los peces irán desprendiendo los tubifex a medida que se hidratan.
En algunos países se expende congelado. Al igual que el anterior tienen la ventaja de no transmitir enfermedades por el proceso al que son sometidos para su comercialización.