Drosophila melanogaster y otras especies del Género, son conocidas como "Mosquita de los cítricos", "Moscas del vinagre", "Moscas de las frutas", etc.
Son muy apreciadas por anfibios, reptiles y peces y se las puede cultivas en cautividad de manera bastante sencilla.
Se trata de organismos omnipresentes (es decir que están presentes en todos lados). Si bien pueden resultar más escasas en las grandes ciudades y, particularmente, en los últimos pisos de edificios altos, no es imposible iniciar un cultivo casi en cualquier parte.
Su tamaño oscila entre los 2 y 4 mm. y si bien su ciclo depende de la temperatura ambiente, en la mayoría de los casos se cumple en 12 días de promedio (entre 10 y 15) en invierno. En verano su ciclo se acelera viviendo entre 6 y 9 días como máximo.
Su ciclo se inicia con la postura de los huevos, a cuyo efecto se dispondrá de un sustrato de puesta adecuado que puede ser una rodaja de algún cítrico, semillas de calabaza (zapallo), una corteza de pan embebida en vinagre de vino o de manzana, papilla de fruta (manzana o banana [plátano]).
Se coloca el sustrato en cualquier lugar que no reciba sol directo y seguramente pocas horas después aparecerán las primeras mosquitas que depositarán sus huevos. Este sustrato puede estar colocado en el mismo recipiente que se utilizará para el cultivo, pero se debe tener la precaución de colocar una trama o malla que no permita el ingreso de moscas comunes. Son más recomendables los recipientes de vidrio de 2 litros que se utilizan para encurtidos, conservas de alimento o similares (ver ilustración).
En algunos países se venden cultivadores preparados para criar estas mosquitas.
Para suministrarlas a los peces pueden utilizarse tanto en su forma de gusano, como en la mosquita adulta.
En su forma de gusano se la toma desde las paredes del recipiente con un pincel suave y se las traslada directamente al acuario; las mosquitas deben previamente enfriarse 7-8 minutos en el congelador para "atontarlas" de modo que no vuelen y den tiempo a los peces a ingerirlas.
Teniendo en cuenta el pequeño espacio utilizado para cultivarlas, resulta un alimento rendidor, fácil de producir y de bajo costo.